El día 13 de Diciembre nos manifestaremos en Bilbo en protesta contra el capitalismo, las ’65 horas’ y la dinámica de vida que se está imponiendo que nos acerca cada día más a la semiesclavitud de la edad media.
En plena crisis socioeconómica y medioambiental provocada por un modelo capitalista insostenible, basado en el despilfarro de recursos energéticos y de horas y horas dedicadas a funciones socialmente y ecológicamente perjudiciales, va siendo hora de recuperar, hoy más que nunca, la reivindicación de la reducción de la jornada laboral a 30 horas semanales sin reducción salarial. Frente a este sistema que hace aguas por todas partes, es necesaria una drástica reducción del tiempo dedicado principalmente a alimentar el propio monstruo que nos devora. Es algo técnicamente viable, saludable y necesario.
Las 30 horas semanales vendrían a cuestionar de alguna manera este modelo de vida donde se sacraliza el trabajo no tanto como fuente de satisfacer necesidades básicas, si no como algo enfocado al consumismo voraz programado. Modelo de vida al que son abocados “voluntaria” e involuntariamente muchos asalariados, adormecidos en esta falsa felicidad que tanta alienación, injusticia social, asesinatos como el ocurrido recientemente en Atenas y malestar psíquico general en toda la sociedad. Y que tan dramáticas consecuencias tiene para todo el planeta. “Sueño de felicidad” al que hace tiempo se entregaron todos sindicatos amarillos, más preocupados por sus poltronas y por mendigar “mejoras” -que nos esclavizan más si cabe a ese modelo inhumano- que por ofrecer alternativas reales.