En el contexto actual el pensamiento en
colmena nos lleva a la crítica simplista de los recortes en las
pensiones “públicas”, desde el punto de vista de la defensa de las
mismas, frente a las privadas. El debate no está siendo bien enfocado,
ya que no se trata de una dicotomía entre pensiones públicas o privadas,
sino entre que el control sobre nuestra vejez lo tenga el Estado o las
empresas privadas. Este marco de protestas reduccionista lo están
poniendo los grupos políticos de izquierdas, defensores del papel
Estatal como modo de conservar sus privilegio.