Con todas las reservas habidas, porque todavía no es oficial y solo conocemos la información a través de los medios, desde CNT vemos con preocupación las supuestas intenciones del gobierno socialista por deshacerse del Patrimonio Sindical Acumulado (PSA) para financiar a Comisiones Obreras y, suponemos, al resto de Sindicatos.
Como se sabe, CC.OO. critica fuertemente la devolución patrimonial (locales y otros conceptos) incautados por el régimen franquista a los Sindicatos históricos (CNT, UGT y ELA-STV) porque en su carrera por superar a UGT en ser el primer sindicato oficial del país se encuentra con el hándicap económico que posibilite mayores campañas publicitarias y la liberación de personas para extender la convocatoria de elecciones sindicales. UGT, con la devolución de su patrimonio histórico salva estos problemas. En este sentido, las CC.OO. al ser una Organización nacida en el franquismo no dispone de patrimonio propio y quiere la parte correspondiente del creado por los sindicatos verticales (como se recordará durante el franquismo, y hasta bien entrado 1977, se descontaba obligatoriamente de las nóminas una parte para el sindicato vertical). El PSA es muy amplio y abarca mucho más que locales sindicales. Cuando se reúna la “comisión de expertos” y hagan sus propuestas desde CNT daremos nuestra opinión.
Pero lo que nos causa preocupación es la pinta que tiene todo esto a Pacto Social. En efecto, cada vez que el gobierno de turno ha soltado unos cuantos cientos de millones –antes de pesetas y ahora de euros- a los sindicatos oficiales es porque ha habido acuerdos con ellos para aplacar a los trabajadores porque se piensan tomar medidas impopulares que generarán mucha tensión y se necesita que alguien haga de freno.
La mala situación económica que se avecina, y que durante la campaña electoral ha sido aparcada por el gobierno y el partido que lo sustenta, obligará al gobierno a tomar alguna medida drástica (ajustes estructurales los llaman) que dejará en la calle a muchas personas o empeorarán las condiciones de trabajo de los mismas. Para evitar el estallido social que esta situación puede provocar se necesita que alguien haga de bombero. Hasta ahora este papel lo han hecho, sobre todo y fundamentalmente, UGT y CC.OO.
Desde CNT estaremos vigilantes de todo este proceso ya que, bien sea por el desmantelamiento del PSA bien por el pago de unos servicios prestados, los paganos de ello volveremos a ser los trabajadores y las trabajadoras.