Según la empresa el despido se produce por la pérdida de un contrato con ONO y que han decidido cerrar el centro que tienen en Boecillo. Los trabajadores en asamblea convocaron una manifestación por el centro de la Ciudad, a la que asistieron cerca de medio millar de personas protestando por el despido, que terminó frente al edificio de usos múltiples donde están las oficinas de la Consejería de Economía y Empleo.
Los despidos de los indefinidos, dada la inexistencia del preaviso, deberían suponer la indemnización de 45 días por año trabajado, pero todas aquellas personas que tienen contrato por servicio (que son la inmensa mayoría) pueden ver que la indemnización solo sea de 8 días por año trabajado, solo las excedencias y los delegados del Comité de Empresa han contado con la propuesta de la empresa de colocarlos en el centro que Sitel tiene en Sevilla.
Estos despidos lejos de ser un cierre por cese de actividad no es más que una deslocalización, ya que este cierre coincide con el funcionamiento en América Latina de varios centros que hacen el mismo servicio que el Centro que tiene Sitel en Boecillo.
Valladolid sigue en medio del huracán entre regulaciones, cierres, deslocalizaciones... El Centro Tecnológico de Boecillo tiene un buen historial de cierres de empresas, algunos originados por el cese de las subvenciones que las empresas situadas en ese polígono van dejando de recibir.
Tenemos ejemplos más o menos recientes como pueden ser Tyco-Microser y Tecdis, los cuales supusieron el cierre de las dependencias que estas empresas tenían también en el Centro Tecnológico de Boecillo.
En estos tiempos tan malos es más necesario que nunca estar organizado para que estas situaciones no nos desborden, encontrándonos solos ante el peligro, frente al egoísmo y poca ética de los empresarios de esta ciudad, ellos a diferencia de nosotros los trabajadores, están organizados y defienden sus intereses sin ningún tipo de escrúpulo como estamos viendo estos días.