Cuando menciono el nombre de CNT, Confederación Nacional del Trabajo, no quisiera dejar al margen a la FAI (Federación Anarquista Ibérica); a las JJ.LL., (Juventudes Libertarias) a MM.LL., (Mujeres Libres), Ateneos Libertarios, a las bibliotecas populares ácratas, escuelas racionalistas, grupos culturales y editoriales, asociaciones naturistas y por extensión a mujeres y hombres anarquistas que lucharon por un mundo mejor en contra del fascismo, dentro y fuera de nuestras fronteras.
El movimiento libertario en general y en particular la CNT, fue casi con toda seguridad quien más muertes sufrió en el frente y en la represión posterior franquista, baste con conocer el dato de la caída y detención de 19 Comités Nacionales, formados en un intento de reconstruir la CNT en España.
En plena guerra contra el fascismo, las colectividades de Aragón y Levante fueron desmanteladas y sus militantes perseguidos y muchos de ellos asesinados, por miembros del Partido Comunista, fieles a la política represiva de Stalin y de sus comisarios de guerra, que no veían con agrado la postura de la CNT, que defendía que la revolución social y la guerra podían ser compatibles. Pero la revolución fue un hecho, y la felicidad, la solidaridad, la libertad, la justicia y la igualdad, sustituyeron durante un breve espacio de tiempo al Estado burgués y al capitalismo. La anarquía fue realidad.
Formaron parte de la liberación de París al frente de la división Leclerc, lucharon en la resistencia francesa, uno de los primeros blindados aliados que llegó a Paris fue el “ Guadalajara” pilotado íntegramente por libertarios extremeños, Manuel Huet, Joaquín Blesa, Liberto Ros, Bullosa, fueron algunos de aquellos hombres que lucharon contra el fascismo en España y en Europa.
No podemos olvidar la participación en el maquis en España, entre otros y dejándome muchos en el olvido que pido que me perdonen, citaremos a Los Maños en Aragón; José Ramía en Teruel; Los Jubiles, Antonio Raya, Juan Moreno Salazar en Andalucía; Vicente Moriones del grupo Ponzán en Euskadi; Víctor García y Benigno Andrade en Galicia; Facerías, Sabaté, Ramón Vila, Massana, en Cataluña; Antonio Téllez en el Valle de Arán; José Ramón Ciprés en el Maestrazgo; Jose Lavín Cobo en Cantabria; en Extremadura, Eusebio Moreno y tantos, en León y Zamora Marcelino de la Parra y tantos.
Más son los ejemplos que podríamos aportar, uno de ellos es el de Joan Peiró. Ministro de Industria durante la República, fué detenido por la Gestapo en Francia y entregado a España. Fue conminado a colaborar con el Sindicato Vertical franquista y ante su rotunda negativa, aparte de los “ hábiles interrogatorios “, como antes decía la policía franquista fue trasladado a Paterna y fusilado, juntamente con otros seis compañeros el 24 de Julio de 1942.
Sólo he leído y creo no equivocarme una mención hacia él por parte del historiador Julián Casanova en el diario El País del día 23 de Octubre del presente, otra cosa es que esté o no de acuerdo con el mismo, que no lo estoy.
En el descubrimiento de fosas de los dos banderilleros presuntamente enterrados junto a García Lorca, solo se facilitan sus hombres no su adscripción a la CNT Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, eran miembros de la CNT, se unieron a la resistencia frente al golpismo en el barrio El Albaicín ( Granada ), detenidos fueron brutalmente torturados en el centro de Granada y posteriormente fusilados.
Se cuestiona una y otra vez la foto de Cappa, sobre Federico Borrell muerto en el Cerro Muriano (Córdoba), se habla de miliciano no de militante de la CNT-AIT; Borrell, pertenecía a la Columna Alcoyana de las Milicias de la CNT, y había sido fundador entre otros en Alcoy de las Juventudes Libertarias. Estoy seguro que si hubiese pertenecido a otra organización nadie pondría en duda la veracidad de la fotografía.
El movimiento anarquista nunca ha sabido o no ha tenido oportunidad de vender una imagen positiva del mismo, Apropiándome de título de la novela de García Márquez, diré, la CNT no tiene quien la escriba, ya que su historia objetiva, ha sido manipulada o silenciada. Otra prueba de ello es que se omite la decisiva actuación de Melchor Rodríguez, afiliado a la C.N.T en frenar las sacas en la zona republicana de Madrid.
Melchor nombrado delegado especial de prisiones por el cenetista Juan García Oliver, Ministro de Justicia en el Gobierno de la República. No solo evitó los fusilamientos indiscriminados sino que mejoró las condiciones de los casi 12.000 presos en las cárceles madrileñas. Pese a su labor humanitaria fue condenado a 20 años de prisión, de los que cumplió cinco. Falleció en 1972.
Poco se conoce de la red llamada Grupo Ponzán, la cual debe su nombre a su creador el cenetista Francisco Ponzán y a su hermana Pilar entre otros. Exiliado en Francia desde 1939, huyó del campo de concentración de Vernet d´ Ariège ( Francia ). Su grupo contactó con los servicios secretos británicos, belgas y franceses, colaborando en la evasión de cerca de 3.000 personas, judíos, soldados y oficiales aliados. Detenido en 1942 fue entregado a la Gestapo y asesinado el 18 de agosto de 1944, en Buzet-sur- Tarn, junto a otras 53 personas, siguiendo tiroteados primero y quemados después. Uno de los grandes olvidados por la historia de la lucha contra el fascismo, por suerte el anarquista Antonio Téllez, plasmó la historia en un libro titulado “ La red de evasión del grupo Ponzán.
Fue condecorado a título póstumo por los gobiernos de Francia, Gran Bretaña y los EE.UU. Los campos de concentración nazis también fueron la tumba de numerosos hombres y mujeres del movimiento libertario.
A pesar de estos y otros ejemplos que podría incluir en este artículo, la C.N.T, no tiene quien la reciba. Ni los organismos oficiales, ni los medios de comunicación, llámense prensa, radio o televisión, nadie nos invita a debate, nadie nos llama para dar a conocer nuestra opinión, somos los eternos silenciados en una página, que poco a poco se va reabriendo y de la que formamos una parte importantísima.
No toleraremos que nadie se apropie de nuestros muertos en la lucha por la libertad, no pretendemos suplantar el dolor de sus familiares, que durante largos años han tenido que penar callando lo que sus ejecutores conocían.
Queremos que no aparezcan usurpadores de nuestra historia, una durísima pero bella historia de lucha por la libertad. Pedimos que sean reconocidos como miembros de la CNT, por cuyos ideales lucharon y murieron.
Añadido al orginal de Iñaki Astoreka
CNT Memoria Histórica