El pueblo saharaui lleva 35 años viviendo desplazado mientras Marruecos explota libremente sus recursos y día tras día los condena al silencio y al olvido, al mismo tiempo los saharauis que residen en el territorio ocupado son continuamente reprimidos y marginados, soportando una enorme opresión y carencia de derechos.
Como todos sabemos, vivimos en un mundo en el que impera la opresión ejercida por aquellos que centralizan el poder y exprimen a la población para acumular todo beneficio económico que puedan alcanzar sus manos y cuando alguien se rebela luchando por unas dignas condiciones de vida y una libre disposición de su destino es duramente reprimido y silenciado, es una situación que ocurre diariamente en todo el planeta y uno de los lugares donde mas claramente se puede apreciar este hecho es en la situación del pueblo saharaui, desplazado de su tierra por el estado marroquí y obligado a sobrevivir en un desierto que literalmente es la nada.
Desde el día 9 de octubre, un grupo de protesta organizó un campamento a unos 15 Km de la ciudad de El Aiún (en el territorio ocupado), en este campamento se concentran entre 15.000 y 20.000 personas en protesta por las precarias condiciones de vida que padece el pueblo saharaui. En respuesta, el gobierno marroquí formó un cerco policial que mantiene al campamento totalmente aislado del exterior, la policía y el ejército mantienen una constante vigilancia e incluso han construido un muro de tierra para impedir la entrada de vehículos que puedan transportar alimento, agua o medicación al campamento. Tras más de dos semanas de protesta, la falta de suministros provoca unas deprimentes y peligrosas condiciones de vida para los acampados ya que los pozos se secan, los alimentos escasean y los enfermos crónicos corren serio peligro de no llegar ayuda urgentemente. La policía y el ejército tratan de aterrorizar por medio de brutales agresiones mientras los helicópteros y cazas realizan constantemente vuelos intimidatorios a ras de tierra. Todo esto mantiene a la población del campamento, en una situación muy precaria que huele a genocidio.
Además todo acto de colaboración con esta causa es duramente reprimida.
Todos aquellos que intentar entrar en el campamento, bien para unirse o bien para llevar suministros, son reprimidos con palizas y balazos. El domingo 24 de octubre el ejército marroquí tiroteó un vehículo que pretendía introducir alimentos en el campamento, ASESINANDO A UN JOVEN SAHARAUI DE 14 AÑOS y dejando heridas a cinco personas. En otras ciudades del Sahara ocupado se han intentado levantar otros campamentos de protesta pero todos fueron rápida y brutalmente reprimidos por el ejército marroquí dejando gran cantidad de heridos. El gobierno marroquí ha blindado el Sahara impidiendo cualquier salida de información acerca del asunto, en el campamento se ha cortado la cobertura de telefonía móvil para impedir la difusión de cualquier tipo de información acerca de la situación sufrida por esta gente, en un intento por silenciar los gritos de protesta de este pueblo oprimido, todo esto adornado con una campaña de calumnias e informaciones falsas acerca de la situación del campamento.
“El asesinato cometido por el gobierno marroquí contra el pueblo saharaui no es más que otra muestra de su despotismo y dominación”.
Desde CNT consideramos que no podemos quedar impasibles ante esta situación de brutal represión y queremos hacer un llamamiento por la solidaridad con el pueblo saharaui ya que es nuestro deber como anarcosindicalistas el luchar contra todo tipo de opresión allá donde se produzca.
Extraído de comunicado de CNT Salamanca