El pasado viernes, 13 de junio, la Secretaría de Acción Sindical del Comité Regional Centro publicó en la web de la Confederación un texto titulado “Reflexiones sobre el paro del Transporte”. El texto proporciona una interpretación en clave anarcosindical del paro patronal convocado por varias asociaciones de empresarios. Apoyándonos en las reflexiones de la Secretaría de Acción Sindical del CRC, que compartimos, queremos añadir un par de datos y reflexiones más.
Según los medios de comunicación burgueses, Julio Cervilla Sojo, el camionero atropellado y muerto en un piquete en Granada, era “asalariado de un autónomo”, es decir, de un patrón, de un explotador. Porque asalariado sólo se puede ser de un explotador del trabajo ajeno, con independencia del régimen de cotización a la Seguridad Social en que se adscriba el explotador. Está por hacerse la estadística de cuántos camioneros inconscientes han estado desperdigados por las carreteras de la región española haciendo el trabajo sucio a su jefe con una pancarta. En esta modalidad delirante de cierre patronal los asalariados no sólo se quedan sin trabajo y sin sueldo sino que, además, durante el tiempo que dura el paro forzoso, van a partirse el pecho en un piquete para reivindicar que el Estado aumente el margen de beneficios a su patrón. Mientras, las mismas patronales que convocan los paros presentan, en su pliego de quejas a la opinión pública, el coste de los salarios como una de las partidas que más les asfixian económicamente después del coste del gasoil.
La Secretaría de Acción Sindical del CRC hace un análisis que también compartimos sobre el interés del Capital en fomentar cierta clase de autoempleo. En sectores estratégicos, como es el caso del Transporte, se desarman de un plumazo a plantillas sindicadas y altamente reivindicativas con el simple procedimiento de convertir a los trabajadores en autónomos. En Madrid, tenemos el ejemplo sangrante de Seur aún fresco en la memoria de algunos compañeros del Sindicato de Transportes. Los que aceptaron rescindir sus contratos laborales y firmar contratos mercantiles con Seur se convirtieron de la noche a la mañana en esquiroles, reventando la huelga de los que se negaban a firmar. Los asalariados de ayer, unidos para la defensa común de sus intereses de clase, son los autónomos de hoy, compitiendo entre ellos en la jungla del libre mercado.Disentimos con el texto de la Secretaría de Acción Sindical del CRC en una cosa: nosotros no nos podemos solidarizar con “todos esos autónomos que lo están pasando mal”. Para empezar a solidarizarnos con ellos tendrían que renunciar a asociarse a ningún tipo de asociación patronal, como Fedatrans o Fenadismer (convocantes del paro), pero sobre todo tendrían que renunciar a explotar trabajadores en el presente y en el futuro.
Nosotros entendemos el autoempleo como la transformación de puestos de trabajo asalariado en puestos de trabajo autogestionados. El autoempleo, concebido como una actividad económica generadora de puestos de trabajo autogestionados, es un arma de doble filo contra el capital: instruye a los trabajadores en la gestión en común de los medios de producción, un conocimiento históricamente monopolizado por las clases privilegiadas, y puede actuar además como poderoso instrumento de financiación del anarcosindicalismo. Sin esta perspectiva revolucionaria e inconformista de nuestros empleos no nos diferenciaríamos mucho de los asalariados que se contentan con lo que marca la ley o el patrón sobre sus condiciones laborales.
Cada vez somos más los afiliados a CNT que trabajamos por nuestra cuenta. Si el papel específicamente revolucionario del asalariado cenetista dentro de la empresa capitalista es la difusión del anarquismo entre sus compañeros y compañeras de trabajo, el papel específicamente revolucionario del “autónomo” cenetista fuera de la empresa capitalista bien podría empezar por la difusión del anarquismo entre los trabajadores y trabajadoras autónomas sin asalariados. La CNT tendrá que dirigirse tarde o temprano a un colectivo, el de autónomos sin asalariados, que a últimos de 2007 sumaba 1.779.405 cotizantes a la Seguridad Social.
Un último apunte sobre el papel de los trabajadores y trabajadoras autónomas en la CNT: El modelo actual de “cooperativas de trabajo” está tan desprovisto de intencionalidad transgresora como los formularios que dan en las ventanillas de las Comunidades Autónomas para inscribirlas en el Registro. El futuro de la Autogestión pasa necesariamente por la creación de redes de producción y consumo basadas en los principios asamblearios y federalistas del anarquismo. Esta es una tarea que la CNT, como organización que aspira a la transformación social y económica, no puede dejar de lado. Los compañeros y compañeras “autónomas” de la CNT tenemos la responsabilidad de contribuir en la realización de esta tarea con toda la experiencia adquirida en el ejercicio de la gestión del trabajo.