La larga sombra del paro planea nuevamente por Zamora tras la
amenaza de cierre de la fábrica de torres de aerogeneradores,
dependiente de la
multinacional francesa Alstom. Para conocer mejor esta situación
hablamos con Christian, de la sección sindical de CNT en la
empresa.
Redacción | Periódico CNT
Fotografía: Javier
Aprovechando una de sus muchas acciones reivindicativas, en esta
ocasión en la campa de Villalar de los Comuneros, nos cuenta la situación en la
que se encuentra la plantilla tras la amenaza de cierre de la planta de Coreses.
Pregunta: ¿En qué fase se encuentra el conflicto?
Respuesta: Los sindicatos mayoritarios tienen un
acuerdo con la
Federación Europea de la Metalurgia con el fin de garantizar unos
tiempos para
estudiar la propuesta de la empresa. Terminado ese plazo la empresa
presentó el 7 de mayo el ERE y a partir de ahí se pasará a la
negociación pura y dura.
En estas negociaciones solo está presente el Comité de Empresa
(UGT y CC.OO.), poniéndonos impedimentos para estar en la mesa, aunque creo que
finalmente estaremos presentes por deseo de la plantilla. Hasta el momento, el
Comité juega con mayor información que el resto.
P: ¿Con qué bazas contáis a pesar de esto?
R: Aparte de la solidaridad desde la CNT y la AIT (acciones
en Polonia, Alemania, Eslovaquia, Francia...), trataremos de movilizar a la
sociedad. Zamora está sufriendo un gran proceso de deslocalización y se queda
sin nada.
La plantilla se está organizando en asambleas, con un calendario
de movilizaciones y recogiendo firmas para presentarlas en Madrid.
P: ¿Este conflicto puede servir como punto de inflexión para
una provincia como Zamora tan poco dada a movilizarse?
R: Zamora tiene muy poca industria y Alstom es casi lo único
que queda. Hemos llegado a ser entre fijos y temporales alrededor de 180
personas. Si a ello sumamos los puestos de trabajo indirecto podemos llegar a
las 300 personas que se quedarían en paro con el cierre de la fábrica.
En una comarca que ya de por sí tiene 20.000 parados, y si no
tiene más es porque la gente ha emigrado. Por tanto, no es tanto que la fábrica
cierre sino la dinámica que llevamos arrastrando.
Sin embargo, los tiempos mandan y empiezan a producirse bastantes
conflictos en los últimos meses (sanidad, limpieza...). La idea sería juntar a
todo el mundo en una gran manifestación y hacer fuerza entre todos, pero ahí
tenemos a las cúpulas de los mayoritarios para frenar este tipo de iniciativas.
P: ¿Qué papel está jugando la CNT?
R: Tenemos una sección sindical desde que prácticamente se
abriera la empresa, diciendo lo que teníamos que decir. Nosotros marcamos una línea roja que es el no al cierre de la
fábrica y no a la pérdida de un solo puesto de trabajo.
Trabajamos realizando propuestas y mostrando la solidaridad todo
lo que podemos. Por ejemplo hay propuestas de encierro, de huelga general...
pero no llegan a salir adelante por decisión de los mayoritarios. Es el quiero
y no puedo, y no se sabe si no pueden o no quieren...
(Periódico cnt de mayo de 2013)