Memoria histórica

Artículo de opinión de Miguel Íñiguez sobre la memoria histórica, en el cual realiza una crítica a la visión oficialista de la misma.
¿Memoria histórica? Franco manipuló la memoria histórica con su Causa General. Durante el franquismo la manipuló el Partido Comunista a través de sus intelectuales compañeros de viaje y los dineros soviéticos. Con la democracia la han manipulado los socialistas y los nacionalistas, frecuentemente con cargo al presupuesto. ¿Cuándo nos va a tocar manipularla a nosotros? La verdad es que al anarquismo y a la CNT lo que le interesa es que no la manipule nadie, que triunfen la objetividad y las matemáticas. Entonces se constatará lo evidente: el grupo más numeroso de asesinados y represaliados, con gran diferencia, de los “rojos”, de los “republicanos”, de los “gudaris” y “soldados republicanos”, eran gente de la CNT, de los ateneos libertarios, de las Juventudes Libertarias, milicianos de las columnas y batallones confederales.

Lo que no puede ser es que un Anasagati o un Arzalluz alardeen de antifranquismo y antifascismo, de la persecución al vasquismo y nacionalismo en Navarra y luego constatamos que en toda Navarra les fusilaron a 21 (veintiuno) mientras que en un pueblecito navarro llamado Allo, que a casi nadie le suena, fueron asesinados más de veinte pertenecientes a CNT y su ateneo libertario. Y que siendo muchos menos se fusiló diez veces más anarquistas que nacionalistas en eso que llaman el Antiguo Reyno.

Y molesta que unos señores quisieran no hace mucho apuntarse un tanto en Lodosa a cuenta de la montonera de cenetistas allí asesinados. Sobraban ikurriñas, sobraban tricolores republicanas. En esta ocasión, nuestra gente reaccionó bien y la roja y negra lució. Es el camino. No dejarse atropellar, defender contumazmente lo que nos pertenece.

Y los otros, los profesionales de PSOE-IU homenajeando a alcaldes y concejales y demás fusilados, en numerosos pueblos (Villalpando, Betanzos, Pedro Abad…) invitando a descendientes de los mismos, colocando banderitas constitucionales y republicanas y olvidándose de la rojinegras y de cursar la invitación a la CNT. Porque hay que decirles a esos ayuntamientos democráticos de los últimos tiempos tan homenajeadotes, que casi siempre junto a esos ediles republicanos se cuneteó, se paseó y enterró a crecidísimo número de personas a los que Azaña, Negrín y la Pasionaria no les daban ni frío ni calor, porque lo suyo era la revolución social. Los mataron por ser obreros y campesinos anarquistas y revolucionarios, no por ser republicanos ni por ser padres de los hijos invitados a la conmemoración.

El ayuntamiento de Vitoria tampoco invitó (ni comunicó a la CNT) al acto en que una calle de la ciudad tomó el nombre de Isaac Puente. Como en su momento oímos que el colegio de médicos estuvo al tanto, tal vez pudo deberse a que creyeran que lo asesinaron por ser médico y republicano y no por ser reconocido anarquista y cenetista. Culpables ellos, pero también nosotros.

La CNT fue la gran derrotada en la guerra. Tratemos al menos de que no pervientan la historia, conviertan a los milicianos en gudaris y soldados de reeemplazo y a los cenetistas y anarquistas en republicanos de pro. Tenemos trabajo.






 


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