El pasado miércoles una camarera afiliada a la CNT era despedida de forma fulminante de esta cafetería situada en el centro comercial Área Central de Compostela. El motivo fue negarse a firmar una nómina en la que se consignaba el pago de un salario por encima del que realmente recibía la trabajadora. La camarera despedida abría el local a las 8:30 y terminaba su turno a las 14:30. El contrato, en cambio, fue firmado por 4 horas diarias (de lunes a viernes) en lugar de 6 (de lunes a sábado) que son las horas que efectivamente realizaba. La trabajadora firma estas condiciones bajo amenaza de despido, ya que llevaba más de dos semanas trabajando en el momento de la firma del contrato escrito (“en el finikito las cosas son así y si no te gusta te vas y no voy a discutir delante de los clientes”, decía el señor Eduardo). A esto el empresario Eduardo le llama pacto libre. Otra amenaza de despido se produce después de dos negativas a hacer horas extra (horas que la trabajadora indicó que no podía hacer por incompatibilidad horaria antes de iniciarse la relación laboral). En Febrero aparece en O Finikito una Inspección de Trabajo. Preguntada la compañera despedida acerca de su horario, esta responde la realidad (6 horas al día de lunes a sábado). La inspección sólo funcionó parcialmente, en el sentido de amedrentar al empresario a respecto de la posibilidad de que una nueva inspección se produjese en sábado, día por el que no estaba ni contratada, por lo que el señor Eduardo amplió el contrato incluyendo los sábados. La consecuencia fue que la primera nómina referida al periodo de cotización completo de un mes a 25 horas semanales (la compañera hacía 36), daba una cantidad superior a los 600 euros, que pagaba en mano. Negándose Eduardo a pagar la cantidad establecida en la nómina (70 euros de diferencia) en claro castigo por delatarlo ante la inspección, la trabajadora dice que no firma. El despido es inmediato: “No te voy a pagar más de 600, no discutas delante de los clientes y estás despedida”. Obviamente no llegó a pagarle nada. La soberbia empresarial manifestada en la exigencia de total sumisión que llega a los extremos de obligar a firmar recibos que no se reciben, no pagar los festivos trabajados ni recuperar los mismos con otro día libre o conceder sólo 22 días naturales de vacaciones. Cualquier negativa a todos estos abusos es respondida con el despido. Sabiendo el empresario que la gente necesita trabajar para sobrevivir, pagar el piso y comer, se coloca en una situación de impunidad y de absoluta conciencia de que puede hacer lo que quiera con las trabajadoras, que se encuentran a su merced, siendo sus vidas una propiedad más. Desde la CNT de Compostela exigimos la readmisión inmediata de la compañera en su puesto de trabajo. Con este motivo damos inicio a una campaña de boicot a la cafetería "O Finikito" en cuanto no se produzca esta readmisión, y como primero paso esta misma mañana vari@s compañer@s se concentraban a las puertas del establecimiento para informar a los consumidores de la cafetería, a los clientes de Área central y a la vecindad de As Fontiñas de las prácticas anti-obreras que practica el señor Eduardo.
Compañera despedida en la cafetería “O Finikito”
El pasado miércoles una camarera afiliada a la CNT era despedida de forma fulminante de esta cafetería situada en el centro comercial Área Central de Compostela. El motivo fue negarse a firmar una nómina en la que se consignaba el pago de un salario por encima del que realmente recibía la trabajadora. La camarera despedida abría el local a las 8:30 y terminaba su turno a las 14:30. El contrato, en cambio, fue firmado por 4 horas diarias (de lunes a viernes) en lugar de 6 (de lunes a sábado) que son las horas que efectivamente realizaba. La trabajadora firma estas condiciones bajo amenaza de despido, ya que llevaba más de dos semanas trabajando en el momento de la firma del contrato escrito (“en el finikito las cosas son así y si no te gusta te vas y no voy a discutir delante de los clientes”, decía el señor Eduardo). A esto el empresario Eduardo le llama pacto libre. Otra amenaza de despido se produce después de dos negativas a hacer horas extra (horas que la trabajadora indicó que no podía hacer por incompatibilidad horaria antes de iniciarse la relación laboral). En Febrero aparece en O Finikito una Inspección de Trabajo. Preguntada la compañera despedida acerca de su horario, esta responde la realidad (6 horas al día de lunes a sábado). La inspección sólo funcionó parcialmente, en el sentido de amedrentar al empresario a respecto de la posibilidad de que una nueva inspección se produjese en sábado, día por el que no estaba ni contratada, por lo que el señor Eduardo amplió el contrato incluyendo los sábados. La consecuencia fue que la primera nómina referida al periodo de cotización completo de un mes a 25 horas semanales (la compañera hacía 36), daba una cantidad superior a los 600 euros, que pagaba en mano. Negándose Eduardo a pagar la cantidad establecida en la nómina (70 euros de diferencia) en claro castigo por delatarlo ante la inspección, la trabajadora dice que no firma. El despido es inmediato: “No te voy a pagar más de 600, no discutas delante de los clientes y estás despedida”. Obviamente no llegó a pagarle nada. La soberbia empresarial manifestada en la exigencia de total sumisión que llega a los extremos de obligar a firmar recibos que no se reciben, no pagar los festivos trabajados ni recuperar los mismos con otro día libre o conceder sólo 22 días naturales de vacaciones. Cualquier negativa a todos estos abusos es respondida con el despido. Sabiendo el empresario que la gente necesita trabajar para sobrevivir, pagar el piso y comer, se coloca en una situación de impunidad y de absoluta conciencia de que puede hacer lo que quiera con las trabajadoras, que se encuentran a su merced, siendo sus vidas una propiedad más. Desde la CNT de Compostela exigimos la readmisión inmediata de la compañera en su puesto de trabajo. Con este motivo damos inicio a una campaña de boicot a la cafetería "O Finikito" en cuanto no se produzca esta readmisión, y como primero paso esta misma mañana vari@s compañer@s se concentraban a las puertas del establecimiento para informar a los consumidores de la cafetería, a los clientes de Área central y a la vecindad de As Fontiñas de las prácticas anti-obreras que practica el señor Eduardo.