(Pincha aquí y lee el comunicado tras la celebración del Congreso).
Este año la CNT cumple cien años de vida. Un siglo de luchas, repleto de compañeros y compañeras que han ido construyendo con sus vidas y su esfuerzo, el ideal libertario. Un siglo de aciertos y también de errores, pero siempre lleno del convencimiento de que la clase trabajadora puede crear una sociedad diferente desde la acción directa, la solidaridad y la autogestión. Una sociedad para las personas y no para el dinero. Esa fue la razón de ser del nacimiento de la CNT hace cien años y esa sigue siendo hoy.
Porque, a pesar del tiempo transcurrido, siguen manteniéndose vigentes las premisas del anarcosindicalismo y su análisis de la sociedad y el trabajo y aunque no falten voces interesadas para decir que no existimos, seguimos trabajando día a día para llevar nuestros principios a la práctica. La acción sindical que llevamos a cabo demuestra, a pesar de las trabas que se nos imponen, que es posible un sindicalismo: más allá de la trampa de las elecciones sindicales, sin liberados, sin subvenciones, basado en el apoyo mutuo y la solidaridad y no en la inerte “representatividad”.
En la actualidad sigue existiendo: una sociedad basada en la explotación del hombre por el hombre (y mientras esta exista, habrá una necesaria lucha de clases: trabajadores contra patronos), una terrible desigualdad entre los diferentes países del mundo, sometimiento por las diferentes religiones y Estados, problemas medioambientales fundamentados en el capitalismo, pobreza, represión, torturas, guerras... Por eso es necesario el anarcosindicalismo.
En diciembre de 1872 se celebró en Córdoba el Congreso Anarquista Internacional en el edificio que ahora es el Teatro Góngora. Ciento treinta y ocho años después, celebramos, también en Córdoba, el X Congreso de la CNT, los días 4 a 8 de diciembre.