Los trabajadores y trabajadoras están pasando por una situación crítica que no solo se refleja en el ámbito laboral: afecta también a un conjunto de derechos básicos que fueron conquistados mediante la lucha sindical y huelgas históricas. Aspectos esenciales como la Educación, la Sanidad, los Servicios Sociales o la propia jornada de trabajo se ven amenazados por la regresión acelerada de derechos que –en los últimos años- han puesto en marcha las clases dirigentes a nivel global. Se antepone el Mercado y el máximo beneficio al bienestar y el desarrollo social.
La situación actual vuelve a demostrar que las personas que sufren la miseria, los desahucios, el paro, la explotación o la precariedad forman parte de una misma clase social con las mismas aspiraciones y reivindicaciones: la clase trabajadora. El ataque indiscriminado hacia su dignidad está consiguiendo que se vuelva a fraguar la conciencia de clase, que se pierda el miedo cuando queda poco que perder, que la clase trabajadora se plantee formas de organización alternativas al sindicalismo institucional, ineficaz y corrupto.
Por todo ello, CNT siempre ha defendido –incluso antes de la mal llamada crisis- que la única forma de revertir esta situación es la organización de la clase trabajadora en las empresas, en la calle y en los centros educativos. Los trabajadores y trabajadoras comienzan a ser conscientes de que el sistema parlamentario y el modelo de sindicalismo basado en las elecciones sindicales nunca han sido eficaces para solucionar sus propios problemas. Los innumerables escándalos de corrupción, los pactos regresivos, la situación de emergencia social que se está viviendo, requiere una respuesta contundente por parte de la única forma de hacer sindicalismo que realmente ha demostrado ser útil y efectiva para los trabajadores y trabajadoras.
CNT entiende que la clase trabajadora es el motor del cambio, la máquina capaz de mover el engranaje de la movilización. Una maquinaria que genera la riqueza productiva y los servicios, desde la organización en el Sindicato y la lucha por sus intereses. CNT pretende que el motor siga funcionando, cada vez con más potencia, creciendo de forma sostenida, hasta que los mismos/as trabajadores y trabajadoras sean capaces de conseguir el cambio social que mejore definitivamente sus vidas.
